CAPÍTULO 5

Hola chic@s!!! Aquí está el quinto capítulo de estos 76 Juegos del Hambre!!
Espero que os guste muuucho y que me deis vuestra opinión (:

Disfrutarlo!
Un beso(:

 CAPÍTULO 5

-Buenos días, Aqua- Effie me lanza una de sus mejores sonrisas, creo que me ha cogido cariño.

-¿Preparada para el día de hoy?- Añade Nathan 

-Supongo que sí...- respondo con una sonrisa triste, ya que estoy cerca de comenzar los juegos, y esa idea me pone triste... Pienso que alomejor no vuelvo a ver a mis seres queridos, que tendré que matar si quiero que eso no pase... Me quito esa idea de la cabeza.

El resto de tiempo hasta la llegada al Capitolio lo paso escuchando consejos y planes de Nathan respecto a la arena, el lugar donde se dan los juegos.

Son las 12.00 a.m. El tren frena, veo por la ventana una gran cantidad de gente aclamando mi nombre. Voy corriendo a mi dormitorio y busco el broche de cuando era pequeña en mi vestido turquesa, pero no aparece. Filipp viene a por mi y me lleva a rastras hasta la puerta de salida, donde dos agentes de La Paz nos llevan hastaa un coche, desde el cual a los 10 minutos de camino, observo un edificio de 12 plantas. A nosotros, por ser des distrito 4, nos toca la cuarta planta, que cuenta con las habitaciones más grandes  según me ha explicado Effie, aunque la verdad es que eso me da igual. Hoy es la primera ceremonia, donde podemos conseguir patrocinadores para los juegos y así tener más oportunidades de sobrevivir.

 Pasamos por la entrada de nuestra próxima estancia, pero el coche va justo al edificio de al lado, donde nos prepararán para la noche.

Effie y Nathan se dirigen a hablar con gente para conseguirnos patrocinadores y hablar bien de nosotros y sobre nuestras aptitudes.

Entro con Filipp en aquel extraño edificio de una única planta, donde un equipo de preparación me espera y otro para mi acompañante. Nos despedimos y entramos cada uno por habitaciones opuestas.

-Buenos días, soy...- no me dió tiempo a terminar mi nombre, al parecer "mi" equipo ya lo sabe perfectamente.

-Aqua Efferson- un chico de unos 28 años con unas pintas bastante extrañas pero muy típicas del Capitolio, pronunció mi nombre con una gran sonrisa - Chicos, manos a la obra, esta preciosa joven necesita nuestra ayuda- no puedo evitar sacar una sonrrisilla, llevan alagándome desde qué entre en el tren, cosa que antes nunca habían hecho, supongo porque nunca me interesé en demostrar o al menos parecer guapa.

-Oh, no pienses que soy un maleducado, mi nombre es Keon, y me ocupo de llevar a cabo tu vestimenta y asegurarme de que estés aún más guapa.- Su nombre me parece bastante extraño, pero al mismo tiempo me cae bien. Le miro y luego miro a sus compañeros, él entiende mi indirecta y me los presenta. Está Shana, una chica que no alcanza los 30 de melena corta y pelo liso rojo vivo, ojos castaños miel, piel morena,  un maquillaje con tonos rojos, delgada y de estatura media que viste como todos una bata blanca. Me llama la atención un colgante que tiene la misma forma de mi broche, a lo que no lo doy importancia, ya que no debo de ser la única que lo tenga. A su lado está una chica de 20 años que se hace llamar Ginna, con un corte de pelo masculino en color rosa, un tatuaje muy escondido y casi imposible de ver que pone "be free", lo cual me hace pensar que hay de todo menos libertad,sino no habría juegos... 

-Manos a la obra- esboza Keon con una sonrisa.

Me llevan hacia una camilla. En el ambiente puedo oler algo como quemado. Siento un calor en mis piernas y un cierto dolor... ¡Me están arrancando el pelo! ¡Están locos! Me pongo a gritar y dicen que me tranquilice, que esto hacen todas las mujeres del Capitolio. Yo asiento y ahogo mis gritos. Al acabar con las piernas pasan a otras partes del cuerpo y creo que me han dejado los pelos de la cabeza de milagro.

-Continuemos con el cabello- esa voz es la de Ginna. Me levanto y me siento en un asiento muy cómodo y comienzan a lavarme el pelo. Por lo menos usan 5 champús y 3 como dicen ellos "mascarillas" cuando yo simplemente lo lavo con agua. Veo a Ginna coger unas tijeras que se aproximan a mi cabello. Tras 60 minutos cortándolo y pintándolo o como lo llaman aquí dando mechas, el resultado es magnífico, mi pelo está realmente suave y sedoso, un poco más corto y más clarito en las puntas, me han dicho que me han hecho mechas californianas, me encantan. 

Me secan el cabello con una toalla y empiezan a echarle una especie de espuma, quedando mi rizo natural más marcado y por lo tanto una melena larga rubia y rizada dividida por la mitad.

Al terminar, Keon me lleva a una habitación donde hay una especie de ropa interior del color de mi piel, y un delicado vestido mm... ¿De pez? Miro a mi sastre y modista con cara sorprendida y asustada.

-Oh, tranquila no tienes que llevar eso, es una prueba que hice antes del definitivo-Yo suspiro de tranquilidad y el sonríe con ese "traje definitivo" en sus manos. Mis ojos se ponen como platos...