CAPÍTULO 18

BUENOS DÍAS/ BUENAS TARDES/ BUENAS NOCHES!

¿Qué tal el día de hoy?
Yo estoy muy contenta con los resultados del primer concurso, y aún más por poder traeros nada más ni nada menos que el Capítulo 18! (Os lo debía desde el anterior viernes, así que es un poquito mas largo)
He de decir que lo tenía escrito, pero tras editarlo no me convenció y decidí reescribirlo, así que, espero que os guste!
Y como siempre, que me deis vuestra opinión, ya sabéis que es muy importante para mí!
Muchos besitos de fresa!



CAPÍTULO 18.

No sé que responder a la pregunta de Nathan, estoy nerviosa, con ganas de empezar a entrenar, pero sin ganas de que empiecen los juegos, cada día que pasa estoy más cerca de mi propia muerte…

-          Yo tengo ganas de conocer a los tributos.- No me impresiona mucho su respuesta, al fin y al cabo somos de un distrito “profesional”, no todos tienen la suerte de ser entrenados, solamente lo son los que viven en la parte rica de él, y no es mi caso. Lo fue en un tiempo, mientras vivía en la parte medianamente rica del distrito hasta que mi padre, desafortunadamente, falleció.

-          Esa es la actitud, chico. No os olvidéis de buscar aliados, tendréis más oportunidades, aunque tampoco os fiéis mucho, el 1 y el 2 pueden ser muy traicioneros para su propio beneficio, no durarán en mataros si lo ven necesario, si no os ven útiles o si sois mejores que ellos. No tienen piedad de nadie, sobre todo los tributos de este año. Son más sanguinarios que nunca. No os digo esto para asustaros, creo que es mejor deciros las cosas como son y no poneros un camino de rosas, porque los Juegos no lo son.- Nathan hace una pausa y continúa hablando- Aqua, ya sé que  tú solamente tuviste pocos años de entrenamiento, por lo le pasó a tu padre… - se aclara la garganta- pero tienes que ignorar esa parte y quedarte con los años de práctica. Quiero que cuando entres allí, no pares de entrenar, tengo un presentimiento de que eres más buena de lo que tú te crees.

No es fácil, pero yo confío en ti.

Cojo una naranja exprimida y la bebo mientras miro sorprendida a Nathan por sus palabras.

-          Lo intentaré. Gracias.

Mientras termino el zumo de naranja, unas cuantas imágenes de cuando entrenaba para los juegos van pasando por mi cabeza.

Veo muchas armas, muchos maniquís, me siento como un arma letal, con fuerza.

Rompo con mis pensamientos cuando escucho la voz de Effie:

-          Venga, venga, vais a llegar tarde! No querréis dar una mala imagen no?-

Filipp y yo asentimos al mismo tiempo, y nos levantamos de la silla. Lo sigo hasta en ascensor y antes de llegar me giro y le digo adiós a Keon haciendo un gesto con la mano. Él me responde guiñándome un ojo y moviendo la cabeza asintiendo. Sus ojos quieren decir que confía en mí, y yo a él se lo agradezco con todo mi corazón, a pesar de que estoy muy segura por no decir que completamente segura, en un 99% de que no tendré la oportunidad de volver a casa.

Entramos en el ascensor, que es de un tamaño considerable y de cristal, pero aún así, él y yo estamos lo más pegados posibles. Voy a pulsar un botón que pone sótano cuando veo que el dedo de Filipp también se dirige a ese botón. Lo pulsamos al mismo tiempo y retiramos la mano a la vez. Nos miramos y sonreímos. Mientras bajamos, él se acerca aún más para darme un cariñoso abrazo y un suave beso en la mejilla.

-          ¿Preparada?

-          Por supuesto.- No estoy muy segura de mis palabras, pero preparada es como debo estar.

Escuchamos una voz robótica que dice el número de la planta mientras las puertas, que no hacen ni un mínimo de ruido, se abren. Hay un largo pasillo de color gris y al final una puerta gigante del mismo color. Filipp la abre y me hace un gesto caballeroso para que entre yo primero. Es una enorme sala con miles de artilugios para… matar. Sigo observando a mi alrededor y encuentro unos sacos gigantes, miles de cabos, pinturas… de todo excepto tributos, al parecer somos los primeros en llegar. Unos minutos después empieza a aparecer Sam con su hermana agarrados de la mano. Mi ex – mejor amigo me da un beso en la mejilla al igual que su hermana y le extiende la mano a Filipp. Nos mantenemos juntos, firmes, pero sin soltar ni una palabra. Pasan unos pocos minutos hasta que van llegando los demás tributos.

La chica del dos, de melena rubia por el cuello y ojos marrones me mira con superioridad y yo le devuelvo la mirada con cara de asco. Creo que se llama Kim.

Me fijo en el cambio de estado de su cara. Está mirando a Filipp con una sonrisa y saludando mientras este hace lo mismo. 

Veo como la chica se acerca se va acercando a nosotros, y cuando me doy cuenta, Kim ya está dándole un beso en la mejilla a Filipp y comenzando a hablar con él mientras que  hace gestos que indican que Filipp no es que le disguste, como por ejemplo, mientras habla tiene una mirada juguetona y juega con su pelo liso o cómo se ríe de todo lo que dice. 

 Me acerco a Filipp y le agarro de la mano. Él me mira y saca una de esas bellísimas sonrisas.

Llega la entrenadora y me doy cuenta de que echo en falta una mano que estaba agarrando cariñosamente. Veo como Kim a tirado de él hacia su lado y se apoya en su pecho. Voy a acercarme a él pero no me da tiempo, porque la entrenadora empieza a hablar.

-          Mi nombre es Taja- Es uno de los nombres más raros que he escuchado hasta ahora. Se escribe T-a-j-a pero se pronuncia Tayha.- Seré vuestra entrenadora desde hoy hasta el día en el que comiencen los Juegos. Sé que todos estáis ansiosos por aprender o perfeccionar el uso de un arma, pero en la Arena hay otros factores que harán que vuestra vida no dependa de una espada, arco o incluso un cuchillo. Podéis morir de deshidratación, hambre o infección. Podéis practicar desde cómo hacer un fuego hasta lucha. En cada compartimento hay un especialista que estará a vuestra disposición. Si tenéis alguna duda sobre el entrenamiento podéis preguntarme. Ah! Un máximo de dos tributos por compartimento.

No os peleéis con los demás tributos, ya tendréis tiempo de hacerlo en la Arena.

No voy a entretenernos más. El entrenamiento comienza en 3,2,1 - sueña un pitido y              todos se disponen practicar.

Veo que Filipp está haciendo muy buenas migas con Kim, y que Sam está con ellos y se ha unido la chica del 3, una pelirroja de ojos marrones que le hace la pelota a los del 1 y parece gustarle Sam, pero eso no me impide acercarme, Nathan dijo que necesitábamos aliados ¿no?.

Cuando llego al puesto de cuchillos donde están, el chico del 2 no duda en empezar a hablarme.

-          Hey! Tú eres la chica del 4, no? Aqua Efferson.- Parecía más mayor a lo lejos, pero ahora veo que como mucho tiene 14 años.

-          Mmmm… Sí. Tú eres Matt, no?

-          Sí. Al parecer somos aliados.

-          Eso parece…

-          Bueno, voy a practicar un poco, aunque ya sabes, no necesito mucho, soy hasta demasiado bueno para los Juegos, por eso me ofrecí voluntario.

-          Yo también voy a practicar, nos vemos!- Veo como el pequeño Matt se aleja al puesto de trepar. Parece bastante seguro de sí mismo. Su cuerpo es bastante musculoso para su edad, así que afirmo que ha entrenado bastante para los juegos. Me acerco a Filipp, quien me está llamando a gritos.

-          Dime, Filipp.-

-          Nos vemos, chicos!- Filipp se despide de “nuestros” aliados, digo “nuestros” porque básicamente él se ha ocupado de todo. Todo el mundo sabe que los del 1 y el 2 siempre mantienen una alianza  y que los del 4, si son profesionales se unen, y si no son de los primeros que mueren en el baño de sangre.

-          ¿Qué pasa, Filipp?-

-          Ya tenemos aliados, Aqua. Ha sido bastante más fácil de lo que parecía.

-          Bueno, “tenemos” porque yo no he hecho nada, ni he hablado con ellos.

-          Tú tranquila, no hace falta, mejor que no los conozcas mucho, será más difícil acabar con ellos. Además, tengo un plan. No necesitamos estar con ellos siempre, podemos entrenar los dos, tú y yo, juntos.

-          Tienes que contarme ese plan.

-          Más tarde quizás, ahora hay que entrenar. ¿Por dónde quieres empezar?

-          Arco.

-          Vamos allá.