CAPÍTULO 21

BUENOS DÍAS/ BUENAS TARDES/ BUENAS NOCHES

¿Qué tal estáis? Hoy os traigo nada más ni  nada menos que el Capítulo 21, sí, ¡a tiempo!

Acabé los exámenes y estoy recuperada, con muchas ganas de seguir escribiendo!

Bueno, simplemente deciros que ya he recibido el relato de Claudia Everdeen y que en muy poquito tiempo será publicado, porque va en relación con un capítulo que creo que os va a encantar!

No os hago esperar más, aquí tenéis el Capitulo!

Espero que lo disfrutéis y que me digáis qué os ha parecido!
MUCHOS BESOOOS






CAPÍTULO 21.

Cuando entramos veo una sala gris, espaciosa pero más pequeña que la general. Hay cuchillos, arcos, sacos de boxeo, maniquís, hachas, espadas, redes… De todo.

-          ¿Por dónde queréis empezar?

-          Querría probar lucha, cuerpo a cuerpo. – Es lo que necesito, aunque tenga un arma, en una lucha puedo quedarme sin ella perfectamente.

-          Vamos allá.

Nathan y yo nos colocamos en el medio de una pista acolchada para empezar con la lucha cuerpo a cuerpo mientras que Filipp practica con el arco.

Veo que mi mentor viene corriendo hacia mí con la intención de darme un puñetazo. Me agacho y consigo esquivarlo.

-          Buenos reflejos.

-          Gracias.

Me enseña unas cuantas formas de derribar a mis oponentes de una forma posible, ya que la mayoría son más fuertes que yo.

A los quince minutos ya puedo derribar sin ningún problema a Nathan.

-          Aprendes rápido, me gusta.

Ahora es el siguiente paso, cómo poder desarmar a un tributo en la Arena.

Sinceramente, lo veo imposible, sobre todo a los de los distritos 1 y 2, que han recibido mucho más entrenamiento que yo, ya que sus distritos tienen una especie de pacto con el Capitolio.

Lo intento unas 20 veces, sin conseguirlo.

No paro de decirme a mí misma: Venga Aqua, tú puedes, hazlo por tu familia, no pueden perder a nadie más.

Pero no hay un buen resultado, me caigo al suelo o Nathan me tira (siempre con cuidado de no lesionarme).

-          Voy a practicar con el arco.

-          Está bien, y Aqua, no te preocupes por esto, mañana y en estos 4 días, podremos conseguirlo, ¿vale?- Asiento y me dirijo a practicar con el arco.

Me cruzo con Filipp, a quien le toca ahora entrenar lucha cuerpo a cuerpo con Nathan.

Cojo el arco y una flecha, disparo y doy en el blanco, justo en el corazón. Continúo y no fallo ningún tiro, lo cual me hace sentir una sensación de satisfacción, al menos sé usar perfectamente un arma, lo que significa que tengo una oportunidad más de sobrevivir, es decir de volver a casa, poder abrazar a John y a mi madre.

Decido pasar a los cuchillos, me parece un poco más difícil, pero no imposible, así que pongo todo mi empeño. Doy varias veces en el blanco, pero también fallo bastantes tiros.

Miro a la parte donde Filipp y Nathan están entrenando, y veo que a nuestro mentor le cuesta bastante luchar contra Filipp, es decir, que mi compañero no tiene ningún problema a la hora de derribar a alguien. Me da muchísima envidia, ojalá yo pueda hacerlo en estos días.

Vuelvo a lo mío, continúo con los cuchillos hasta que doy en el blanco 17 de 20 tiros, lo que no está nada mal.

Las espadas por la mañana no me costaron mucho, derroté a los maniquís en poco tiempo, me gustaría hacerlo en menos tiempo todavía, así que repito el ejercicio.

Vienen los maniquís, y uno a uno los voy derrotando. He conseguido mi objetivo en 10 segundos menos que la primera vez, en mi opinión, suficiente.

Me dirijo a un saco de boxeo y empiezo a golpearlo por todos los lados, no consigo moverlo mucho, pero no paro de darle. Golpeo, golpeo y sigo golpeando, hace que me desahogue, me siento mejor, es  como si me liberase.

Veo una sombra que se acerca hacia mí.

-          Aqua, Aqua!- Escucho una voz que me llama, pero es como si mis oídos se estuviesen quedando sordos, como si estuviese muy metida en mis pensamientos, pero salgo de ellos y miro a Nathan, quien está a mi lado y a Filipp, quien sujeta el saco de boxeo.

-          Se ha acabó el tiempo de entrenamiento, tenemos que irnos. – asiento. Me miro las manos, las tengo bastante doloridas y rojas.

-          ¿Te duelen?- Filipp coge mis manos y las examina.

-          Un poco, nada grave.

-          Lo raro sería que no te doliesen, ¡menudos golpes le has dado al saco! – se ríe, haciéndome sonreír- No me gustaría ser ese saco.- sigo sonriendo.

Nathan nos espera en el ascensor, así que vamos con paso ligero hacia él.

Entramos, se cierran las puertas.

-          Mañana perfeccionaremos esa lucha cuerpo a cuerpo, no te preocupes Aqua.

-          Sí, por supuesto.

La voz robótica indica que hemos llegado a la cuarta planta.

-          Una ducha y a cenar, chicos.- Filipp y yo asentimos y nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones.

Entro en la mía, me quito el traje de entrenamiento y me adentro en la ducha, ya estoy a un día menos de entrar en la Arena.

La Arena… No me suena haber visto a Nathan en ninguno de los Juegos del Hambre, ni de que haya sido proclamado vencedor.

Me acuerdo de que Maggs fue la mentora de Finnick Odair, quien ganó con 14 años, y que él fue mentor de Annie Cresta, y mi madre que ganó los 51  Juegos del Hambre, que se negó a tener nada que ver con los Juegos, siendo aceptada su decisión por un pequeño problema psicológico, tiene muchísimas pesadillas y a veces no sabe si está en los Juegos o en la vida real. No se atreve a pisar el mar.

Cierro el grifo de la ducha, me seco y me pongo unos pantalones vaqueros con unas deportivas y una chaqueta negra.

Me cepillo el cabello y lo seco con un secador.

Me decido a salir de mi habitación y aclarar mis dudas.

Recorro el pasillo que lleva al salón y veo a Nathan sentado en sofá junto a Filipp, dándole algún consejo de superviviencia.

Me siento al otro lado de Nathan.

-          Estaba comentándole a Filipp que lo fundamental para sobrevivir es poder estar hidratado, sin agua, tus posibilidades de supervivencia se reducen a dos días si tienes mucha suerte.

-          Y cómo lo sabes si no has participado en ninguno de los Juegos del Hambre?

-          Así que te has dado cuenta….

-          Eso parece, dímelo tú, nuestro mentor debería de ser Finncik Odair, no tú.

-          Ahora que lo pienso, Aqua tiene razón, tu cara no me suena de ningún juego ni de que hayas salido como ganador ni de que mis padres hayan hablado de tu victoria.- Filipp parece preocupado..